ENTREVISTA A:

DAVID PARICIO Y CLARA MARTÍNEZ

Antropólogo y profesor de Trabajo Social en la Universidad de Barcelona. Miembro del Comité 1 de Diciembre y del grupo motor de la estrategia de Salud sexual de Barcelona.

Licenciada en Ciencias Políticas por la U. Pompeu Fabra. Autora de: »De infundir miedo a difundir placeres»,  »El placer de romper la norma» o »Cuerpos ilimitados, placeres infinitos»

 

  1. En vuestro taller vais a abordar la importancia de considerar a la diversidad sexual y de género como variables a tener en cuenta en las acciones relativas a la promoción de la salud sexual. A partir de vuestra experiencia profesional, ¿Creéis que desde las instituciones y asociaciones españolas es algo que ya se está haciendo? ¿O queda todavía mucho trabajo por recorrer en esta materia?

Se han realizado algunos avances legislativos y hay asociaciones desarrollando proyectos innovadores. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer. Para nosotras, uno de los mayores retos es liberarnos de la censura heternormativa, desmontar las prescripciones sociales entorno a la identidad, el cuerpo y la sexualidad y ampliar el campo del deseo y los placeres para promover una vivencia más libre y saludable de la sexualidad de todas las personas. En este sentido, incorporar la mirada de la diversidad sexual y de género en la promoción de la sexual, puede ser una palanca transformadora que ayude a visibilizar sexualidades más allá de del corsé coitocéntrico, biologicista-reproductivo, cargado de estereotipos y violencias machistas.

 

  1. ¿Consideráis que nuestro sistema sanitario, tal y como está estructurado actualmente, presta suficiente atención a esta perspectiva inclusiva y de género?

Según señalan diversos estudios sobre el tema, las personas LGTBI relatan problemas en la atención en los centros sanitarios vinculados a un trato discriminatorio a causa de la su identidad de género o su preferencia-opción sexual tales como no haber recibido una atención ginecológica o urológica adecuada, faltas de respeto a la identidad de género de las personas trans* o la vulneración de los Derechos Reproductivos de lesbianas. Otro informe más reciente de la Comunidad de Madrid destaca que las problemáticas en salud que afectan a la población TLGBQI no se derivan del hecho de tener una identidad de género trans* o una orientación sexual distinta a la heterosexual, sino por las dificultades que el modelo actual de salud tiene para integrar la diversidad como un asunto central y no periférico.

 

  1. Sabemos que, aunque se está trabajando mucho para eliminarlo, todavía hoy existe un estigma sobre las personas con VIH, pero también es una realidad que el contexto, la información y el momento en el que nos encontramos es diferente al de hace unos años. Como profesionales que estáis en contacto directo con este colectivo, ¿habéis visto una evolución en las barreras asociadas al estigma en estas personas?, es decir, ¿cómo creéis que han cambiado, si es que lo ha hecho, con el paso del tiempo? ¿A qué creéis que se pueden deber estos cambios?

La respuesta a la serofobia que es como se conoce el estigma hacia las personas con VIH, continúa siendo la gran asignatura pendiente en la respuesta al VIH. Esta serofobia atraviesa la cotidianeidad de las personas con VIH en todos los ámbitos de su vida: las relaciones sexo afectivas, la atención sanitaria y el cuidado de su salud, las relaciones en el ámbito laboral y familiar y, en definitiva, limita las posibilidades de poder vivir libremente y con derecho su condición de seropositividad. Además, la serofobia se ve atravesada por otras violencias como la lgtbifobia, el racismo o el capacitismo.

Como afirma Oriol Romaní “mezclar estigma y salud, es como querer mezclar agua con aceite” y ahí radica la importancia de trabajar previamente las situaciones de discriminación que atraviesan las vidas de las personas con VIH, si queremos que la respuesta al VIH sea efectiva tanto en lo que respecta a la atención de las personas infectadas como en lo que tiene que ver con la prevención de nuevas infecciones.

 

  1. En vuestro taller vais a abordar aspectos tales como empoderamiento o feminismo interseccional. ¿Podéis adelantarnos algo acerca de cómo podemos trabajar el empoderamiento desde una perspectiva feminista interseccional? ¿Por qué es importante modificar los modelos de prevención de ITS por uno más integrador e interseccional?

Muchas veces la promoción de la salud sexual se aborda desde un paradigma sanitario, poniendo el foco en dos riesgos: las infecciones de transmisión sexual y los embarazos no planificados. Se omiten otros riesgos como las violencias sexuales, las lgtbifóbicas, la penalización de la sexualidad de las mujeres, la exclusión de las personas con diversidad funcional del mundo de la sexualidad o los estereotipos racistas presentes en el ámbito sexual.

La perspectiva feminista interseccional nos ayuda a visibilizar como la salud y los Derechos Sexuales de las personas están atravesados por las desigualdades sociales y estructurales. Nos remite a un posicionamiento ético que tiene que ver con la justicia social y con la justicia erótica.

Esta perspectiva nos sitúa como profesionales en la tesitura de interpelarnos constantemente por nuestras propias concepciones en torno a la sexualidad, la salud y las prescripciones sociales, y sitúa a las personas con las que trabajamos como protagonistas con posibilidades de agencia y resiliencia, es decir, con posibilidades para actuar ante situaciones adversas en las cuales se da algún tipo de subordinación social y con capacidad para transformarlas.

PARA PROFUNDIZAR MÁS EN ESTOS INTERESANTES TEMAS ACUDID AL TALLER QUE OFRECERÁN EL 18 DE JUNIO:

 

Inscripción congreso

 

Ver más información sobre el programa