Tania B. Huedo-Medina

META-ANÁLISIS Y SEXUALIDAD EN TIEMPOS DE COVID-19

 

RESUMEN

La pandemia de la enfermedad del coronaviurs 2019 (COVID-19) ha llevado a una disrupción sin precedentes de la sociedad en el mundo entero. La academia y la ciencia no ha quedado exentas, rápidas adaptaciones e interrupciones en grandes proyectos ocurrieron. La respuesta de adaptación fue muy rápida y las instituciones de investigación trabajaron muy de cerca con instituciones gubernamentales y empresas privadas para mantener la continuidad en la investigación. Se produjeron unos esfuerzos de coordinación incluyendo compromisos que han marcado un antes y un después en la ciencia en cuanto al trabajo virtual, a la distribución y formas de compartir datos y resultados de investigación durante la pandemia, se mejoraron radicalmente el acceso a la computación de alto procesamiento para la investigación de COVID, al igual que los términos de licencias para priorizar el acceso a las tecnologías.  Los investigadores produjeron una abrumadora cantidad de ciencia, sólo en el año 2020 se produjeron más de 84.000 artículos de investigación en cuyo título aparecía la palabra COVID. El progreso de la ciencia depende no sólo de las observaciones sistemáticas de un fenómeno, sino también de la repetición de esas observaciones por parte de diferentes grupos de investigación de forma independiente. En los últimos años, el número de estudios sobre sexualidad ha aumentado exponencialmente dando lugar a una mayor dificultad en discernir tendencias globales o eficacia general a partir de los resultados de los múltiples estudios sobre intervenciones y relaciones que promuevan una sexualidad sana teniendo en cuenta la diversidad de poblaciones. En consonancia con el aumento de la investigación empírica en el campo de la sexualidad, emerge el consenso de que  la literatura científica debe examinarse basándose en métodos que deberían ser replicables y, particularmente, en los dos últimos años de pandemia. Gracias a una metodología científica cada vez más rigurosa para revisiones sistemáticas e integración cuantitativa de los resultados de los estudios conocida como Meta-análisis es posible integrar los resultados y evaluar la cantidad de la producción científica. En consecuencia, los meta-análisis son cada vez más indispensables en prácticamente todos los ámbitos científicos para proporcionar una imagen clara de lo que se conoce con el fin de beneficiar una sexualidad sana para tod@s particularmente durante y después de una pandemia como en la que aún estamos inmersos unos países más que otros. Es importante, por tanto, proveer en formación con cursos de entrenamiento como este en el que se pretende abarcar los contenidos y técnicas de la metodología del meta-análisis y revisione sistemáticas para entender y ser críticos sobre los trabajos que leemos y utilizamos como evidencia científica y también para iniciarnos en nuestra propia revisión. Hacer revisiones sistemáticas y meta-análisis de la ciencia producida en estos dos años nos ayuda como científicos y como usuarios a entender qué sabemos ya y cómo podemos contribuir en los siguientes pasos hacia el conocimiento y la mejora. Son realmente muy valiosas en momentos tan críticos como en de una crisis natural como esta pandemia para la gestión de la pandemia y sus consecuencias sociales, como son una sexualidad sana

FILIACIÓN

Tania B. Huedo-Medina obtuvo su doctorado en Metodología para las Ciencias del Comportamiento y de la Salud en un programa conjunto de los departamentos de metodología de las Universidades Autónoma, Complutense y UNED, Madrid, España. Trabajó como investigadora asociada en diversos grupos de investigación del Centro de Salud, Intervención y Prevención y en el Departamento de Psicología de la Universidad de Connecticut durante 4 años. Desde el año 2012 es profesora en el Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad de Connecticut. Su investigación se centra en métodos que abarcan múltiples campos científicos en el ámbito de la salud desde su experiencia en bioestadística y psicología, concretamente aplica y desarrolla modelos multinivel y causales, incluyendo, entre otros tipos de metodologías, la del meta-análisis.

Sus proyectos se han focalizado principalmente en el desarrollo de modelos y medidas relacionadas con programas de prevención del VIH y el análisis de la eficacia de dichos programas. Otros campos de trabajo son el análisis de la adherencia al tratamiento antiretroviral y PrEP, bajo qué circunstancias y condiciones se puede mejorar, estudios de medida y modelado de diversos desórdenes emocionales como la depresión, ansiedad y trastorno de pánico, y el desarrollo de intervenciones para prevenir la obesidad y otras enfermedades relacionadas con el riesgo cardiovascular.

Su trabajo y amplias colaboraciones han dado lugar a más de cien publicaciones científicas en revistas de alto impacto todas ellas financiadas con proyectos de diferentes entidades, mayormente, por el Instituto Nacional de Salud (NIH) de los Estados Unidos.

ORGANIZADORES

COLABORADORES: